Terapia  CBIT

"Juan, de 12 años, un estudiante destacado y entusiasta del deporte, empezó a mostrar signos de tics nerviosos hace unos meses. Estos tics, que incluían parpadeo intenso y movimientos bruscos de la cabeza, se hacían más evidentes durante situaciones de presión como exámenes o competiciones deportivas. Preocupados por su bienestar, los padres de Juan consultaron a un especialista, quien recomendó la Terapia Cognitivo-Conductual para tics, conocida como CBIT, tras un diagnóstico cuidadoso de los síntomas."

La Terapia Cognitivo-Conductual para tics (CBIT) es una intervención no farmacológica que se ha establecido como una de las principales estrategias de tratamiento para personas con trastornos de tics y el Síndrome de Tourette. La técnica está diseñada para enseñar habilidades específicas que ayudan a manejar los tics de manera efectiva.

Implementación del CBIT en el Caso de Juan

Evaluación de Tics: La terapia comenzó con una evaluación detallada de los tics de Juan. El terapeuta observó y registró los tics durante varias sesiones para identificar los desencadenantes y entender cómo estos afectaban sus actividades diarias. Esta evaluación inicial fue crucial para personalizar el tratamiento a las necesidades específicas de Juan.

Psicoeducación: Tanto sus padres como Juan aprendieron muchos aspectos relacionados con tics, que les permitió comprender mejor ciertas conductas. Sus padres aprendieron cómo ayudarle en momentos difíciles.  

Entrenamiento en Reversión de Hábito: Una vez identificados los tics más disruptivos, se procedió a enseñar a Juan técnicas de reversión de hábito. Por ejemplo, dado que uno de sus tics involucraba un parpadeo rápido, el terapeuta trabajó con Juan para desarrollar una respuesta competente, como cerrar los ojos lentamente y de manera controlada cuando sentía el impulso de parpadear rápidamente. Además diseñó un entrenamiento personalizado y programado para Juan.  Este enfoque permitió a Juan ganar control sobre sus tics de manera progresiva.

Técnicas de Relajación: Paralelamente, Juan aprendió diferentes  técnicas de relajación para ayudar a manejar la ansiedad asociada a sus tics. Se le enseñaron métodos de respiración profunda y relajación muscular progresiva, los cuales podía utilizar tanto en la escuela como en casa o durante competiciones. Estas técnicas no solo ayudaron a reducir la incidencia de tics, sino que también mejoraron su concentración y calma en situaciones de estrés.

Beneficios de la CBIT para Juan

A través del CBIT, Juan experimentó una notable reducción en la frecuencia e intensidad de sus tics. La mejora en su capacidad para gestionar los tics aumentó su confianza y disminuyó su ansiedad, lo que a su vez tuvo un impacto positivo en su rendimiento escolar y deportivo. La terapia le proporcionó herramientas que podía utilizar en diversas situaciones, reforzando su autonomía y control sobre los síntomas.